Ponce apuesta por la colaboración público-privada para ofrecer las mejores rentabilidades al mundo empresarial
El director general del Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI) asegura al sector digital que pueden contar con esta entidad pública para crecer
El director general del Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI), Javier Ponce, se ha mostrado convencido de que la colaboración público-privada puede ofrecer las mejores y mayores rentabilidades al mundo empresarial.
Así lo sostenido en la apertura de la sesión vespertina de hoy, jueves, del 37 AMETIC Encuentro de la Economía Digital y las Telecomunicaciones que se celebra en Santander, en la que ha partido del convencimiento de que España tiene capacidad para generar conocimiento avanzado y disruptivo desde el apoyo público y de que la mayor rentabilidad se obtiene con la intervención de inversores privados.
En su intervención institucional, Ponce ha establecido una gran diferencia entre cómo se impulsa la innovación en Europa y como se hace en el resto del mundo, especialmente en Estados Unidos y en Asia. Así, ha indicado que mientras que en el viejo continente existe una limitación clara de salvaguardar la competencia, en EE UU y buena parte de Asia este impulso se genera a través de la mejora de la competitividad. “Es una diferencia sustancial y conceptual que, de algún modo, dificulta algunos mecanismos de apoyo público en Europa sobre determinadas cuestiones”, ha resaltado.
Este gestor público ha explicado que en CDTI han desarrollado un mercado de capital-riesgo para la tecnología que está permitiendo crear un ecosistema de empresas tecnológicas emergentes, si bien ha alertado de que muchas de ellas están acabando en manos de multinacionales extranjeras, un hecho que ha achacado a que “en España no tenemos grandes grupos industriales”.
A su juicio, esta situación está provocando un “desplazamiento de nuestro cocimiento hacia el exterior, lo cual ha tildado de “peligroso”.
En este sentido, ha sostenido que la innovación solo podrá tener un retorno “si conseguimos que esa tecnología permanezca entre 15 y 20 años en territorio español”.
Por último, el director general del CDTI ha anunciado que “vamos a mantener la coinversión con tres líneas de apoyo, entre las que ha citado una nueva en aquellas tecnologías que tengan la consideración de estratégicas para el país, como puede ser el hidrógeno verde; o para la creación de plantas piloto que permitan acelerar la industrialización con tecnologías disruptivas.
“Contad con el CDTI para crecer porque tenemos una salud financiera endiablada”, ha lanzado al sector de la economía digital, recordando, no obstante, que “nuestras ayudas serán siempre selectivas”.
Carlos Artal, de Ayming España: “Lo que ocurre en el mundo es una aceleración de la apuesta por la innovación, una reinversión de beneficios y más innovación”
El debate en el 37 Encuentro AMETIC concluye en la necesidad de que se constituya un Consejo Nacional de Innovación e inversión en empresas
El debate sobre innovación que ha abierto este jueves la sesión de tarde del 37 Encuentro de AMETIC ha constatado la efervescencia mundial que existe sobre esta área y ha defendido los instrumentos de cooperación entre empresas españolas, crear un Consejo Nacional e inversión pública, sobre todo dirigida a las empresas de tipo mediano que tengan un efecto tractor sobre las pymes.
«Lo que se produce el último año en el mundo es una aceleración de la apuesta por la innovación, una reinversión de beneficios y más innovación: con la expansión de la colaboración y una influencia muy fuerte de la sostenibilidad»
Así se ha pronunciado el director general de Ayming España, Carlos Artal, quien ha participado en el 37 AMETIC Encuentro sobre Economía Digital y las Telecomunicaciones, concretamente en una mesa de debate sobre ‘Nuevas herramientas para la innovación’. Han participado también en el mismo el director general de Málaga Tech Park y miembro del Grupo de Reflexión de AMETIC, Felipe Romera; y el director general de Red Innovación Ricardo Valle, José Manuel Leceta. Ha moderado el debate el Premio Nacional de innovación 2022 y miembro del Grupo de Reflexión de AMETIC, Francisco Marín.
Artal se ha mostrado decepcionado por la política fiscal que se está aplicando a empresas innovadoras, sobre todo las que se dedican a software.
«La persecución que se somete a las empresas con las deducciones fiscales del impuesto de sociedades por inversión en software es una tragedia porque nos deja fuera del mercado, aplicando criterios restrictivos en la inspección. Ahora somos menos competitivos que otros países a la hora de implementar deducciones fiscales», ha explicado.
José Manuel Leceta, de la Red Innovación Ricardo Valle, ha roto una lanza por la cooperación entre empresas y la creación de «espacios comunes de cooperación aguas arriba», ha indicado en referencia en estimular la colaboración mucho antes de que se convoquen ayudas públicas.
Felipe Romera, del Grupo de Reflexión AMETIC, ha dado cuenta de su experiencia con propuestas fallidas para crear «un ecosistema de innovación, un círculo virtuoso de creación de valor», algo que «no es fácil porque el riesgo tiene posibilidades de fracaso». Y sin embargo considera más necesario que nunca una cooperación institucional, que por ahora «no funciona». En este esquema llegó el Covid. «Detectamos que las empresas tenían ganas de cooperar y de ahí surge el instituto Ricardo Valle, en donde la cooperación es la clave», ha explicado.
“La innovación como política de país es necesaria. La clave es que el país se crea innovador y haga grandes proyectos de cooperación», ha apostillado.
El Premio Nacional de innovación 2022 y miembro del Grupo de Reflexión de AMETIC, Francisco Marín, es quien ha propuesto la creación de un Consejo Nacional de Innovación «y una propuesta de fondos públicos para que las empresas de tipo medio traccionen a las pymes más pequeñas que tienen alrededor».
«La Agenda de Innovación es un proyecto, pero tenemos que hacer distinta ciencia. Y solo es buena la que llega al mercado y solo llega al mercado a través de las empresas», ha concluido.
Palomo pone a la ‘tecnología de confianza’ en el centro del trabajo de la Oficina del Dato
El Chief Data Officer del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital sostiene que la economía del dato tiene que ser “próspera, segura y poner en valor la soberanía digital
El Chief Data Officer del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Alberto Palomo, ha explicado que la Oficina del Dato trabaja en un proyecto que tiene que ver con la trazabilidad en la cadena de valor digital y la confianza. “Nuestro trabajo va de tecnología de confianza y de cómo generamos valor con los datos. Lo que hacemos es definir los marcos sobre los que pueden trabajar los que utilizan datos”, ha precisado.
Además, ha asegurado que la economía del dato tiene que ser “próspera, segura y poner en valor la soberanía digital” para, a continuación, detallar de que entre todas las capas que conforman los datos “la más novedosa es la capa confianza, que es federada”.
En este sentido, ha recalcado que la Oficina del Dato, creada ahora hace dos años, lo que viene a hacer es “juntar la nube federada de la confianza con el mundo de los datos”. “Y esa economía del dato interconectada te da economías de escala; pero para ello la clave es la confianza. “Nosotros trabajamos para impulsar una nueve confiable”, ha insistido para finalizar.
Emma Fernández, consejera independiente: “Que sea el algoritmo quien decida no te quita la responsabilidad”
«El empleo no va a decrecer a largo plazo, pero a corto habrá perdedores y ganadores», ha asegurado la cátedra de Economía Sara de la Rica
“Que sea el algoritmo quien decida no te quita la responsabilidad. El consejo de administración ha de saber cómo funciona y las pruebas de impacto de ese algoritmo”.
Esta es una de las conclusiones que, sobre la ética aplicada a las empresas de la economía digital, ha alcanzado la consejera independiente Emma Fernández. Sara de la Rica, catedrática de Economía, ha abogado, por su parte, por eliminar el sesgo por edad en el mundo empresarial con los trabajadores de mediana edad que intentan reincorporarse al mercado laboral.
Ambas han participado en el debate que ha mantenido el Grupo de Reflexión de AMETIC, bajo el título ‘Nuevos retos de la ética’. En dicha mesa han participado la economista, catedrática de Economía de la Universidad del País Vasco y directora de la Fundación ISEAK, Sara de la Rica; y la ingeniera de Telecomunicación, consejera independiente para empresas como Axway, Metrovacesa y Digital Consumer Banc, Emma Fernández.
Fernández y De la Rica han coincidido en extender su preocupación por los sesgos con que se aplican la Inteligencia Artificial y los algoritmos en la toma de decisiones con escasa intervención humana. Asimismo, han destacado la regulación normativa que obliga ya a que los consejos de administración de las empresas tengan conocimientos en materia de ciberseguridad y sean cada vez más transparentes en los procesos en que participen algoritmos. Además, está la desconfianza que genera en las compañías el hecho de compartir datos de terceros a través de IA.
«Tratar de utilizar la IA significa compartir los datos con terceros. Y eso genera desconfianza -ha señalado Sara de la Rica-. Y también hay un doble problema ético: compartir datos entraña un riesgo de vulnerar derechos individuales porque hay datos que en muchos casos son privados, y eso preocupa porque la regulación va a tender a más privacidad; y, en segundo lugar, los algoritmos de la IA no son transparentes y tienen sesgos desconocidos, un tema ético con desigualdad de oportunidades ante ciertas medidas que tome una empresa.
Ámbito laboral y edadismo
La mesa de debate ha abordado el efecto laboral que tiene la proliferación de la IA: «Hay normativa gubernamental sobre cómo trabajar con algoritmos y datos de trabajadores. Cualquier empresa que utilice algoritmos para la toma de decisiones de contratación, horarios… debe comunicar a cada individuo qué tipos de datos estamos utilizando. No basta con que se mire un resultado porque eso se considera escasa intervención humana», ha ejemplificado Emma Fernández.
“La automatización y la IA cambian las tareas de las personas en las empresas –ha sido la reflexión de De la Rica–. Hay perfiles que desaparecen y otros aparecen. El empleo no va a decrecer a largo plazo, pero a corto habrá perdedores y ganadores. Es muy importante la transición, en la que quedan fuera los perfiles poco claros. Y hay otro colectivo de mayores de 45 años que no vuelve a entrar en el mercado si sale de él. Con la automatización desaparecen del mercado laboral. Y este es un tema de ética social porque es injusto no poder recualificar a estas personas y porque nuestra sociedad les necesita».
«Es importante que en los currículos no aparezca la edad y sobre todo carguémoslos de las competencias que se tienen, lo que ayuda a detectar sesgos en la empresa; y hay que hacer también una mejor gestión de la edad en las empresas», ha concluido.
Ciberseguridad
Emma Fernández ha considerado que «la ciberseguridad es uno de los mayores riesgos de las compañías. La actividad criminal es mayor que la trata de blancas y el tráfico de armas».
Ello obliga a un mayor control y conocimiento de los consejos de administración del mismo, pero «en Inteligencia Artificial estamos en pañales».
Jordá y Benedicto coinciden en las “enormes” oportunidades que ‘New Space’ abre en el campo de la observación terrestre y la navegación
El fundador de Open Cosmos y el director de Programas de navegación y telecomunicaciones de la Agencia Espacial Europea (ESA) resaltan el cambio de paradigma y los problemas éticos sobre cómo utilizamos el espacio que trae consigo este nuevo concepto de soluciones satelitales
El fundador de Open Cosmos y premio Princesa de Girona Empresa 2023, Rafael Jordá, y el director de Programas de Navegación y Telecomunicaciones de la Agencia Espacial Europea (ESA), han coincidido en resaltar las “enormes” oportunidades que el New Space abre en materia de aplicaciones satelitales, un campo en el que ambos han resaltado el potencial y la capacidad industrial con las que cuenta España.
En el diálogo entre estos dos ingenieros, conducido por el presidente de AMETIC, Pedro Mier, el responsable de la ESA ha reconocido que, no obstante, este concepto también introduce “nuevas problemáticas sobre cómo utilizamos el espacio, por lo que ha alertado sobre la necesidad de “ocuparnos de él de una forma responsable en el futuro”.
Benedicto, que ha participado por videoconferencia, ha aplaudido el “éxito” que comporta la reciente creación de la Agencia Espacial Española (AEE), y ha querido destacar el importante papel que la industria espacial española ha jugado en no pocos proyectos europeos, entre los que ha resaltado los del satélite SMOS, para detectar los efectos del cambio climático y que mapea la salinidad de los océanos; y Galileo, el sistema europeo de radionavegación y posicionamiento por satélite desarrollado por la UE.
“España tiene una enorme capacidad industrial y un potencial muy fuerte. El reto es ver cómo nos posicionamos ante las nuevas oportunidades que ofrece el New Space y la nueva forma de concebir el espacio”, ha insistido.
hEntre los retos del sector, ha señalado que, aunque en España “tenemos los mejores ingenieros, nos falta tal vez más empresas como Open Cosmos y más iniciativa empresarial y apostar decididamente por la colaboración público-privada”.
“Ahora hay 180 misiones en el mundo que están planteando llegar a la luna en los próximos años, por los que las posibilidades son enormes”, ha concluido.
Jordá, por su parte, ha explicado el trabajo que realiza su empresa, que fundó con tan solo 26 años, que en la actualidad cuenta con cerca de 80 trabajadores repartidos por España, Portugal y Reino Unido.
“Nosotros diseñamos, fabricamos e integramos satélites pequeños, de menos de 50 kg capaces de obtener datos para digitalizar problemas globales”, ha explicado este joven ingeniero aeronáutico, que ha avanzado que actualmente están construyendo una fábrica de satélites en Barcelona con el objetivo de duplicar la producción”.
Sobre el concepto de New Space, Jordá ha dejado claro que “llamémosle como le llamemos, lo evidente es que ahora mismo hay un cambio de paradigma en el sector. El cambio es el mismo que se produjo en la década de los 70 en el campo de los ordenadores”, ha matizado antes de sentenciar que el objetivo que perseguía con la creación de su empresa era “democratizar el acceso a la tecnología espacial”.